Orzales,
es un pueblo cerca de Santander al que voy todas las vacaciones,
parece que nunca hay nadie porque es bastante silencioso. Hay una
panadería y un sitio donde venden galletas. En la casa donde venden
galletas, hay unos perros y colchonetas donde algunos días vamos a jugar.

Vamos
toda mi familia Palacios (la de mi madre), nos lo pasamos súper bien.
Hacemos
un montón de cosas como:
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Juegos (de noche, de tarde)
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Partidos de fútbol
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Excursiones
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Paella y barbacoa
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Dar de comer a las gallinas
En resumen me lo paso genial.
Lo único que no me gusto de Orzales fue, que me quemé 3 dedos en la
barbacoa, con 4 años, fue un horror.