Clash Royale es mi juego electrónico preferido. Es un juego diseñado y creado por Supercell. Consiste en ponerse en contacto con otros jugadores en cualquier momento y plantear batallas, que se basan en las cartas que se consiguen en los cofres.
Estos últimos se obtienen conforme vas ganando batallas contra otros jugadores. También puedes lograrlos de otro modo. Cada cuatro horas la aplicación te da un cofre gratis. Puedes almacenar hasta dos.
Por eso yo siempre que quiero jugar le digo a mis padres que si me dejan abrir un cofre, que es algo que se hace rápido y me permite armarme para luego luchar las batallas con más fuerza.
Pero ellos suelen decirme que no y que soy muy pesado. La verdad es que me dejan la tablet muy pocas veces, pero yo aprovecho muy bien esas escasas ocasiones en las que puedo jugar. En el fondo reconozco que lo hacen por mi bien, no es bueno obsesionarse o estar todo el día enganchado a las tablets, móviles u ordenadores.
Tenemos un grupo de clase llamado 4º Grade, en el que estamos muchos de la clase, como Jaime Sacristán, Jaime Vargues, Pablo Barallat o Miguel de Lara. Cuando nos conectamos a la vez, podemos echar batallas amistosas entre nosotros. También chatear y pedir cartas. Los demás te pueden donar muchas o pocas según la arena en la que estés.
Hay diez arenas (o escenarios) y una de entrenamiento: Arena Duende, Foso de Huesos, Coliseo Bárbaro, Fuerte del Pekka, Valle de Hechizos, Taller de Constructor, Arena Real, Pico Helado, Arena Selvática, Monte Puerco, Arena Legendaria y, la primera de todas, Arena de Entrenamiento. Hay otras ligas del juego que empiezan en Combatientes 1 y acaban en Campeones Definitivos, es la mejor liga.
También hay cuatro tipos de cartas. Las peores son las comunes, luego van las especiales, las épicas y al final las mejores, que son las legendarias.